martes, 23 de febrero de 2010

Invictus

Título: Invictus (Invictus).
Director: Clint Eastwood.
Guión: Anthony Peckham, basado en la novela de John Carlin.
Intérpretes: Morgan Freeman (Nelson Mandela), Matt Damon (Francois Pienaar), Tony Kgoroge (Jason Tshabalala), Julian Lewis Jones (Etienne Feyder), Adjoa Andoh (Brenda Mazibuko).
Año: 2009.
País: Estados Unidos.
Duración: 133 minutos.

Hoy voy a comentar la última película del héroe del Spaghetti Western. La vi hace ya un tiempo, por lo que empiezo a tenerla algo oxidada, por lo que quizás no sea un comentario de lo más elocuente.

Para empezar debo aclarar que no soporto a Clint Eastwood: es algo totalmente interiorizado en mi persona. Le tengo casi tanta tirria como a Mel Gibson. Me parece, pese a lo poco que sé de él, un tipo de lo más impresentable, un viejo cascarrabias sin un ápice de bondad, humildad o consideración. Todo esto es exageración, pero el caso es que no puedo con él y esto se torna mucho peor cuando soy plenamente consciente de que el maldito sabe hacer cine. No considero ni remotamente que Mystic River sea esa gran película que todo el mundo dice y la verdad es que no siempre doy palmas con lo que hace; pero otras veces no puedo más que llorar en silencio porque el muy desgraciado ha hecho algo realmente bien. Con el tiempo, he ido haciéndome a la idea de que, por mucho que me escueza, una película de Clint Eastwood merece ser vista. Esto nos lleva a Invictus.

Lo primero que conocí de esta película fue el cartel. Pensé: "Matt Damon mazado haciendo de capitán del equipo de rugby de Sudáfrica... Ni aunque me paguen: por mucho que me guste Morgan Freeman, tengo demasiados buenos recuerdos del rugby como para que me los estropeen con Matt Damon -a quien no veía en el papel-. Además, siendo Clint Eastwood, cualquier excusa es válida."

Luego fui enterándome de qué iba el asunto: Nelson Mandela, el fin del Apartheid, el mundial de rugby del 95... Vale. Me quitaba la idea de una película centrada en el rugby para enfocarlo a algo más genérico, digamos más universal; y, lo que es más importante, a Morgan Freeman en el papel principal. Así, acabé viendo Invictus.

La película nos cuenta cómo, por medio del espíritu deportivo, el esfuerzo y la comunión entre las distintas etnias de un país, se puede llegar al triunfo y unirse en una nación. Me pareció un discurso de lo más simple, la verdad: el gran triunfo del respeto y la hermandad; la grandeza del ser humano. Quiero decir, está bien: inspira y nos da un mensaje optimista que, al menos a mí, alcanza de lleno. Sin embargo, la forma en que lo hace no la encuentro de lo más elaborada ni muchísimo menos. No conozco ni conoceré a Nelson Mandela pero, si de verdad era como se le pinta en esta película, deberíamos estar orgullosos de pertenecer a su misma especie o, al menos, pisar el mismo planeta que él pisó.

En este punto, toca decir que Morgan Freeman, como siempre, hace un gran papel, siempre risueño; pero, ni por asomo, se trata este de uno de sus papeles más destacados pues no considero que el papel, por lo que se nos muestra, requiera de una actuación exageradamente compleja. No obstante, hay que subrayar que la similitud con la realidad es muy grande, ya no sólo en la (y las) interpretaciones, sino en toda la película en general. El ejemplo más claro es el de la final del mundial, que salvo por el juego -que prefiero no comentar, porque no tiene sentido meternos en tecnicismos- es idéntico a como fue el original.

Por otro lado, la interpretación de Matt Damon no llega a encajarme en el papel, como siempre pensé desde un principio; pero tampoco me horroriza ni creo que la cosa hubiera sido muy distinta de como es de haber elegido a otro actor. La verdad es que lo que más me llegó de esta película fue la nostalgia por el rugby y la verdad es que ahí reside gran parte de la fuerza de este largo.

Debo decir que el desarrollo de la trama es una de las cosas que mejor se le dan a Eastwood. Siempre tenemos una sensación de sosiego y transcurrir pausado, pero esto nunca llega a convertirse en lentitud o pesadez. En una película como ésta, me parece que era algo más que necesario y han sabido lograrlo. Creo que una de las mejores cosas de la película es ver cómo el cuerpo de seguridad de Mandela, compuesto por dos grupos de guardaespaladas -negros y afrikaners- se van uniendo con el paso del tiempo.

Con todo, no deja de ser una película sencilla que está muy bien para pasar el rato pero no me parece una gran película ni nada similar, como sospecho que va a ocurrir con frecuencia a lo largo de este 2010.

1 comentario:

  1. Mmmmmmmmmmmm a verrrrr
    ENCANTADO ESTOY DE HABER DESCUBIERTO ESTE NUEVO BLOG!!!!!!!!!

    Bueno, disiento contigo porque me encanta Clint Eastwood (odio a Mel Gibson :P), no sólo por Mystic River, sino por Medianoche en el Jardín del Bien y del Mal, Million Dollar Baby, La bandera de nuestros Padres, Cartas desde Iwo Jima,... en fin, unas cunatas, a mi poco entender, buenas.

    Pero en cuanto a Invictus: lineal y simple. Ambas dos.
    Uno piensa en la siguiente suma: Clint Eastwood+Morgan Freeman+Apartheid=PELICULÓN DE LA HOSTIA.
    En mi suma olvidé el elemento Rugby :S

    Y cierto, es entretenida, buenos valores y demás...pero PODRÍA HABER SIDO MUCHÍSIMO MÁS.

    Un abrazote y te seguiré también por aqui!

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